Querida Sarah:
Vuelo hacia la primera escala del viaje. Son pocas las horas que han pasado desde que me despedí de ti y ya siento punzadas que me alertan de tu creciente lejanía. Miro alrededor y los veo a ellos y por eso recobro las fuerzas que se desvanecen al pensar en ti. Por ellos es por lo que estoy aquí. Una vez más. Ninguna persona habría sido capaz de comprender lo que estoy a punto de hacer. Poca gente sería capaz de comprender el vínculo que me une con éstos, mis amigos. Por ello siempre te estaré agradecido, porque una locura como ésta sin tu apoyo se me haría muy cuesta arriba pero ambos sabemos que no podría haberme echado atrás.
Vuelo hacia la aventura de mi vida, hacia el sueño que todos nosotros costruimos a la vez. Han sido meses de entrenamiento y planificación y, conscientes de los tremendos peligros que conlleva todo esto, aquí estamos de nuevo, todos, como si fuésemos uno solo. Tú nos conoces mejor que nadie y por eso no tengo que explicarte como está el panorama. Sólo imagínatelo. Los nervios están presentes en todos nosotros y cada uno los manifestamos de forma diferente. Piensa en Barry y su fría indiferencia, en Charlie y su graciosa "hiperactividad", en Damon y su aparente despiste o en William y su humilde cordura. Cada uno estamos en nuestros asientos y sé lo que pasa por cada una de nuestras cabezas....
Te tengo que dejar que vamos a aterrizar para coger el barco que nos lleve al lugar donde pasará lo que tenga que pasar. Un beso enorme de tu marido que te quiere y añora:
Paul
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