martes, 9 de marzo de 2010

Italia

Hoy me he levantado con mal pie. Cosas que pasan, hay días que se tuercen un poco en cuanto te despiertas. Pero con el tiempo y la paciencia de algunas personas he aprendido a levantar el ánimo (o al menos parte de él, que tampoco estoy tan fuerte y el mío a veces pesa mucho).

El caso es que iba caminando por la universidad y me he acordado de un viaje. De hace unos años. Por Italia. De interrail. Estábamos yo y mis amigos en Venecia cuando desde un edificio histórico (no me preguntéis cuál, sólo recuerdo la cabeza de Willy en un ventanuco enano haciendo el payaso) vimos en una plaza que se hacían las pruebas de sonido de un concierto.

La que estaba en ello cantaba una canción de Laura Pausini. Pero lo hacía genial. Tanto que nos parecía ella. Así que bajamos y sí que era ella. Cuando acabó de cantar, nosotros con nuestra bandera de España y de Asturias (sí, allí donde vaya cualquier persona habrá una bandera de Asturias) empezamos a gritar su nombre acompañado de "desde España" o, ya a la desesperada, "para Caiga Quién Caiga" (sí todavía existía la versión buena del programa).

Finalmente ella se giró para hablar con nosotros y le pedimos una canción en español (ya que tiene más fans aquí que en su país). A lo que ella desde el escenario contestó (lógicamente, ahora que lo veo todo desde la distancia que establece el tiempo) "¿Cuál?". Creo que han sido de los 30 segundos más largos de mi vida cuando mirándonos los unos a los otros nos dimos cuenta que no sabíamos más canciones que la que acababa de sonar ( de la que ya ni me acuerdo). Finalmente arrancamos casi a la par con "Marco se ha marchado para no volver...", que probablemente tenía más años que ella.

Entonces me pareció muy normal su reacción. Se giró, se dio la vuelta con un "ésa es muy vieja" y desapreció en una scooter pilotada por un joven de rostro envuelto en casco. Hoy riéndome solo por la uni no pude evitar preguntarme por qué no nos regaló nuestro inmerecido momento de gloria.

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