jueves, 1 de marzo de 2007
Sociedad de la información
Una autopista. Circulación constante. Símbolo de una modernidad construida a base de palabras. Tal vez más fría de lo que parece a primera vista pero ya inevitable. En menos de dos décadas nos hemos visto inmersos en una nueva forma de vida. Y la palabra clave es instantaneidad. Esta nueva vía está construida para la información, el nuevo producto de la cultara naciente que como una mercancía referencial, es la base sobre la que se sustentan la mayor parte de las actividades humanas y, por tanto, capaz de mover ingentes cantidades de dinero.
Despistarse supone quedarse fuera. Y quedarse fuera es similar a encontrarse en medio de la nada. ¿Quién no ha cogido alguna vez una desviación errónea? ¿Quién no se ha saltado alguna vez la entrada a esa autovía? ...Y acabas en esas carreteras secundarias, enrrevesadas, tal vez interminables para quienes el tiempo es algo que comprar y vender. Simplemente hay que ajustarse a la velocidad establecida para poder seguir en circulación.
Y en ésas estamos. Inmersos en una época que acaba de arrancar con la fuerza de un trailer. La información viaja con una facilidad hasta ahora inimaginable y en unas cantidades inabarcables. Todo se puede definir en términos comunicativos. Nos encontramos así en un mundo global, en la "aldea" que definió McLuhan. En esta situación la cantidad de información que se posee ya no es tan importante como la capacidad para seleccionarla dentro de la el enorme oceáno que se nos proporciona.
La técnica y sus avances ha posibilitado esa ruptura del espacio-tiempo que ha generado esta nueva concepción y forma de vida. Y en el centro de todo esto están los medios de comunicación con internet a la cabeza, pilotando el cambio. Ya no tiene sentido hablar de forma particular, la globalidad se ha adueñado de todo. Todo es interralación y movilidad, ya no hay cabida para compartimentos estancos.
En estos términos se define la llamada "sociedad de la información". Acaba de surgir y ya se ha asentado. Su construcción y reelaboración es constante, no deja de cambiar y crecer. Y en este contexto cobra relevancia la adaptación al cambio que nos permite seguir dentro de esta autovía. Poco a poco todos estamos siendo abducidos por ella y ya se puede afirmar que formamos parte de la misma toda o casi toda la humanidad.
Hemos tenido que pagar un peaje, centro de numerosas polémicas. Asociado a este nuevo marco, al de la velocidad, en el que se resta importancia a pequeños detalles que necesitan su tiempo, que requieren ese aislamiento del resto con el que estamos conectado. Así han surgido además diversos problemas porque todo avance tecnológico conlleva usos inadecuados. Es el pago necesario cada vez que aparece una obra de esta envergadura.
Son muchas voces las que se levantan en contra de esta nueva forma de organización social a nivel mundial apoyándose en estos costes. Son los que defienden el negarse a pagar ese peaje cuya magnitud no es tanta como quieren hacer ver. Para ellos el dilema está entre pagarlo o no. El problema es que esa decisión ya ha sido tomada, ellos mismos están sumergidos en la vorágine que critican. Estos gritos se difunden a través del sistema contra el que se dirigen. Plantean la posibilidad de acabar con él, posibilidad que no es real pues no tiene sentido hablar en términos existenciales de una realidad que está ahí, que ha aparecido para quedarse pues es el propio ser humano quien la ha creado.
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6 comentarios:
pff...espera que me río un rato. ¿Estás seguro que lo has leído dos veces para bucarle el sentido?
ruptura del espacio-tiempo¿?porque será que me suena a Heroes.
Hablas y hablas de los costes y problemas de la sociedad de información pero no dices cuáles son.
La próxima vez divaga menos y concreta más
Metafórico e informativo; tal vez más lo primero que lo segundo. Hay momentos en que te pierdes en la misma autopista que describes.
Las imágenes lo enriquecen e induce a la reflexión
¿DONDE ESTÁS PILAR CARRERA?te necesitamos aquí y ahora.
Hombre, ir en autopista está bien siempre que no nos salgamos en ninguna curva.
Me quedo con el último parrafo. saludos!
Pues a mí me ha gustado más el tema de la autopista que Shannon y Weaver. A su manera, es más teórico. Pilar chillaría pero en el fondo todos sabemos que le gustaría el tema autopista.
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